Además, Guardiola visitó la gigantesca ciudad deportiva de la que escribí hace un tiempo y seguro que ha quedado muy satisfecho, a primera vista, de lo que será su nueva casa.
El City, como el Bayern de Munich, ha confiado en Guardiola para establecer una nueva filosofía y cambiar la metodología desde el fútbol base. A partir de ahí está claro que se le reclaman resultados, pero aquí estará en su salsa porque el City no tiene la historia y la idiosincrasia que tiene el Bayern de Múnich, por lo que podrá cambiar algunos aspectos a su antojo. Su primera temporada se presume apasionante teniendo a pocos metros al United de Mourinho y a otros rivales como el Chelsea de Conte o al Liverpool de Klopp (Qué vamos a decir de los enfrentamientos Pep-Mou y Pep-Klopp).
Por otra parte, el City presentó sus nuevas equipaciones con un nuevo escudo, síntoma de que es una nueva era de ilusión para este equipo que quiere estar entre los reyes de Europa.
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