Allá donde jugó lo hizo bien y triunfó. Fue cedido al Eibar y su brillante curso le hizo volver a la Real Sociedad, en donde era la manija de un equipo que estuvo apunto de ganar la liga. De ahí se marchó al Liverpool y se hizo un jugador de verdad, a prueba de balas. Su época en el Real Madrid le llegó en su mejor momento ayudando a levantar el vuelo del club. Fue fiel a su forma de ver las cosas y cambió de aires rumbo a Munich en donde le han valorado por lo que es, una verdadera leyenda.
En su rueda de prensa para anunciar su retirada declaró que "cuando miro atrás y pienso en toda mi carrera, me siento orgulloso de lo que he conseguido". No es para menos, el tolosarra ha conseguido una Liga, dos Bundesligas, dos Champions League, tres copas nacionales, dos Eurocopas y un Mundial.
Todo el mundo quiere verle como entrenador. Un destino del que no rehuye: "Quizás sea entrenador algún día". De momento esta estudiando y quiere formarse bien para empezar ese nuevo camino.
Admirable en todos los sentidos, fútbol en estado puro. Gracias por todo Xabi.
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