Rubén empezó a jugar en el Danubio de Primera División uruguaya con tan solo 15 años. Tras unas temporadas prometedoras el Zaragoza le echó el ojo y acertó en su fichaje. Los maños jamás olvidaran a este jugador, ya que fue uno de los héroes de la final de la copa del rey 86 en la que derrotaron al Barcelona con un gol del uruguayo. Tenía 19 años y "el principito" tenía el mundo en sus manos.
En 1988 cambió se mudó a Roma donde fue el fichaje estrella de la Lazio. En el club romano firmó grandes actuaciones llegando a ser uno de los jugadores más importantes del Calcio. El Inter hizo una enorme inversión en Sosa y este les respondió con magia y goles. En poco tiempo se convirtió en uno de los ídolos de la hinchada. Con el Inter consiguió una UEFA en 1994.
Su periplo en el calcio fue su mejor etapa sin lugar a dudas. El Borussia Dortmund fue su siguiente destino, con el que consiguió una Bundesliga en la que no contribuyo excesivamente debido a una grave lesión de rodilla. Su nivel disminuyó y volvió a España, concretamente en el Logroñes, que acababa de ascender a Primera División.

Fue su último club y firmó muy buenas temporadas consiguiendo tres ligas con el mérito de tener que soportar el dolor que tenía en su rodilla.
Con la selección uruguaya también brilló y estuvo en el equipo campeón de América del 87 y el 95. Con los charrúas disputó el mundial del 90 en el que cayeron en octavos ante la anfitriona Italia.
Actualmente forma parte del cuadro técnico de Nacional.
Uno de los mayores talentos que han surgido en Uruguay, una pena que la lesión de rodilla le frenara su progresión.
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