Podríamos decir que el recorrido Matthew Paul Le Tissier
tiene tintes de película, pero de película independiente, de las que no buscan
lo comercial sino el sentimiento. En la relación calidad/fama hablamos sin
duda de uno de los mayores ejemplos de injusticia que haya podido verse en el
mundo del fútbol.
Si queréis haced la prueba: habla a tus amigos de Matt Le
Tissier, pregunta si le conocen. Cuando (la mayoría) te diga que no, ponles un
vídeo y si puedes despegar los ojos de la pantalla, mira las caras y reacciones
de tus colegas: asombro, sonrisas, incredulidad… son las reacciones más
habituales a la calidad extrema del que es, en mi opinión, uno de los jugadores
con más talento natural que ha pasado por este deporte.
Como futbolista, hablamos de un centrocampista
llegador con un talento que sobrepasa los límites de lo imaginable, teniendo en
cuenta su físico desgarbado, larguirucho, con cierta barriga y unos
movimientos generalmente antiestéticos. Y quizá al principio esa fuera su mejor
arma, ya que nadie podía apostar que ese poco agraciado grandullón de
movimientos lentos pudiera de pronto convertirse en un tornado. De pronto
arrancaba, amagaba, la escondía, se daba la vuelta y cuando querías darte
cuenta el balón trazaba una trayectoria de 30 metros a cámara lenta y entraba
rozando el larguero y el palo a la vez.
Le rodeaban 2, 3, 4 jugadores
contrarios, y daba igual. Si Le God tenía el día, no había nada que hacer:
sombreritos, autopases, una aceleración de vértigo con su enorme zancada y una
carga con sus cerca de 90 kilos de peso y ya estabas viéndole encarar a tu
portero que equivalía a gol
seguro. Como dato, en su carrera lanzó 50 penaltis, de los que falló…1.
Mark
Crossley, portero del Notingham Forest en la temporada 92/93, tiene el honor de
ser el único portero que le paró un penalti a este mago del fútbol. Como
contra, y debido quizá a su personalidad despreocupada y a no cuidar el físico
como debiera, Matt también resultó ser un tanto irregular. Muy típico por otro
lado de los jugadores de gran calidad.
Para rematar, os
dejo una de las frases que hizo que los ‘Saints’ tuvieran su ‘God’: “Jugar en los mejores clubes es un bonito
reto, pero hay un reto mucho más difícil. Jugar contra ellos y ganarles. Yo me
dedico a eso”. Y como no podría ser de otra manera, un vídeo para que
pongáis a los amigos y disfrutéis de lo que es el FÚTBOL con mayúsculas.
Gonzalo Carballo
Tricuartista sin límites.
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