10 de febrero de 2015

La dura infancia de Franck Ribery

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La infancia de Ribery marcó su carácter.
El extraordinario extremo galo jamás olvidara sus vivencias de niñez. 
¿Que hubiese sido de él en caso de no haber sido un virtuoso del balón?
Ribery se muestra agradecido: "El fútbol me lo ha dado todo".



Cuenta Ribery que su vida fue muy dura en la niñez. Desde que nació, el pequeño Franck, supo regatear muchas dificultades. Sus padres le abandonaron recién nacido a un convento de monjas.
A los dos años sufrió un grave accidente de coche. Ribery viajaba en el asiento de atrás y acabó expulsado hacía el parabrisas con numerosos cortes en la cara a causa de los cristales rotos. Su rostro muestra la crueldad del incidente. Cuentan que recibió más de 100 puntos de sutura

"De pequeño se burlaban de mi y me escondía a llorar a un rincón. Eso me ha ayudado en la vida"

Apodado 'Scarface' por las cicatrices de su cara (nació el mismo día que se estreno la película), Ribery permaneció unos cuantos años en el convento hasta que fue expulsado por su comportamiento, ya que entre otras cosas, hacía continuas escapadas para jugar al fútbol. 

Sin nadie a quien recurrir, comenzó a trabajar como albañil mientras lo compaginaba con el fútbolEl US Bologne (club de su ciudad) le dio la oportunidad de debutar y demostrar su valía. 

Poco a poco fue progresando y pasando por varios equipos hasta llegar al Metz, club donde sobresalió y se dio a conocer llegando a ser comparado por una leyenda del club, Robert Pires. Desde entonces Ribery sufrió una evolución meteórica que llevó al estrellato, pero él nunca olvidó, ni olvidara, su tenebroso pasado.



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