La clave de este dominio en Ucrania se debe a la filosofia de juego de Lucescu y y la política de fichajes.
Rinat Ajmétov, dueño del club, dio la confianza a Lucescu para dar un toque de alegria y talento al club. Para explicar la fijación que tiene Lucescu en el fútbol brasileño hay que remontarse a una gira que realizó con su selección en 1968, cuando todavía era futbolista. El técnico rumano quedó prendado del país, aprendió el idioma (habla 7 idiomas): "Estuve un mes allí. Crucé el país de norte a sur y fue una experiencia increíble. Descubrí la esencia del país: el fútbol, la samba, la playa y el sexo. Entendí por qué eso era suficiente para que ellos vivieran felices".
Es tal su amor al fútbol brasileño que en el mundial de México 70', en la derrota de Rumania ante Brasil por 3-2, intercambió su camiseta con Pelé y ha confesado que la tiene en casa sin lavar.
La estrategia del Shakhtar es clara: recorrer todo el país brasileiro en busca de jóvenes con proyección, que quieran salir de su país para llegar a convertirse en jugadores más completos.
A Lucescu le gusta el 'tiki-taka' pero fusionándolo con la táctica: "El brasileño aplaude un dribbling pero no la táctica y eso no es así, tienen que aprender a sufrir".
Hay varios ejemplos como Willian, Douglas Costa, Fernandinho o Luiz Adriano. ¿Qué hubiese sido de ellos si no hubieran pasado por las filas del club ucraniano?
El equipo ucraniano se ha gastado 180 M€ en fichar a esos 25 jugadores, pero ha recaudado 120 M€ en tan solo estos cuatro. Mientras tanto prosigue con la misma filosofia. Bernard, Teixeira, Taison, Marlos, Fred o Azevedo son algunos jugadores brasileños que juegan allí.
El Shakhtar ha anunciado que en Enero, por el parón liguero, harán una gira por Brasil. Tal vez Lucescu encuentre un nuevo talento para su selección canarinha en Donetsk
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